Resolución SRT 1904/2007. Sustitúyese el texto del Artículo 197 del Anexo I del Decreto Nº 351/79, en relación con las especificaciones técnicas para la protección de las extremidades inferiores.
Bs. As., 21/11/2007
VISTO el Expediente Nº 0995/07 del Registro de esta SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO (S.R.T.), las Leyes Nº 19.587 y Nº 24.557, los Decretos Nº 351 de fecha 5 de febrero de 1979 y Nº 1057 de fecha 11 de noviembre de 2003, las Resoluciones del MINISTERIO DE SALUD Nº 845 de fecha 10 de octubre de 2000 y Nº 823 de fecha 26 de julio de 2001, y
CONSIDERANDO:
Que el inciso d) del artículo 7º de la Ley Nº 19.587 de Higiene y Seguridad en el Trabajo, estipula que los factores que deben ser considerados primordialmente a los fines de reglamentar las condiciones de seguridad en los ámbitos de trabajo son, entre otros, los equipos de protección individual de los trabajadores.
Que, asimismo, el artícul o 197 del Anexo I del Decreto Nº 351 de fecha 5 de febrero de 1979, establece las especificaciones técnicas para la protección de las extremidades inferiores.
Que las Resoluciones del MINISTERIO DE SALUD Nº 845 de fecha 10 de octubre de 2000 y 823 de fecha 26 de julio de 2001, prohibieron la producción, importación, comercialización y uso de fibras de Asbesto (Amianto) en todas sus variedades y los productos que las contengan.
Que en el artículo 197 del Anexo I del Decreto Nº 351/79, mencionado precedentemente, se recomienda el uso de amianto en el calzado de los trabajadores que manipulen metales fundidos.
Que el producto asbesto (amianto) se encuentra prohibido para su uso por una norma posterior, por lo que corresponde proceder a la modificación del artículo 197 del Anexo I del Decreto Nº 351/79. Que en tal sentido, la Dirección de Asuntos Int ernacionales del MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO y SEGURIDAD SOCIAL (M.T.E. y S.S.) ha solicitado la modificación de la norma en cuestión.
Que el artículo 1º del Decreto Nº 1057 de fecha 11 de noviembre de 2003 —que modifica el artículo 2º del Decreto Nº 351/79—, faculta a la SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO (S.R.T.) a otorgar plazos, modificar valores, condicionamientos y requisitos establecidos en la reglamentación y sus Anexos, que se aprueban por el presente decreto, mediante resolución fundada, como así también, a dictar normas complementarias.
Que la Subgerencia de Asuntos Legales de esta S.R.T. ha tomado intervención en orden a su competencia.
Que la presente se dicta en ejercicio de las facultades conferidas por el artículo 36 de la Ley Nº 24.557 y artículo 2º del Decreto Nº 351/79.
Por ello,
EL SUPERINTENDENTE DE RIESGOS DEL TRABAJO RESUELVE:
Artículo 1º — Sustitúyese el texto del artículo 197 del Anexo I del Decreto Nº 351 de fecha 5 de febrero de 1979, por el siguiente:
"ARTICULO 197.- Para la protección de las extremidades inferiores, se proveerá al trabajador de zapatos, botines, polainas o botas de seguridad adaptadas a los riesgos a prevenir.
Cuando exista riesgo capaz de determinar traumatismos directos en los pies, los zapatos, botines o botas de seguridad llevarán la puntera con refuerzos de acero. Si el riesgo es determinado por productos químicos o líquidos corrosivos, el calzado será confeccionado con elementos adecuados, especialmente la suela, y cuando se efectúen tareas de manipulación de metales fundidos, se proporcionará al calzado aislación y resistencia de la planta exterior al contacto caliente. Se prohíbe el uso de amianto en cualquiera de sus formas".
Art. 2º — De forma.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Resolución SRT 1904/2007
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martes, 27 de noviembre de 2007
Medio Ambiente - Impacto Ambiental - Insecticidas peores que los insectos
La necesidad de controlar las plagas urbanas es obvia y creemos que no necesita de fundamentación especial. Baste recordar que la falta de higiene y la ausencia de control de ratas en las ciudades medievales desencadenó la epidemia de peste bubónica que mató a la tercera parte de la población europea. O que las cucarachas son vectores en la expansión del cólera, para concluir que es necesario activar dicho control. No hay dudas sobre su urgencia, la única discusión posible es sobre la mejor manera de hacerlo.
Tenemos que recordar que un plaguicida es un contaminante obligado. Es decir, que en otras actividades, la contaminación es un accidente o un acto de irresponsabilidad. En cambio, la aplicación de plaguicidas es un acto de contaminación deliberada, por el cual se incorpora una sustancia tóxica al medio ambiente. Se trata de sustancias cuyo objetivo es destruir seres vivientes, lo que significa que no pueden ser inocuas para las personas, a pesar de lo que diga la publicidad orientada por intereses sectoriales. Sin embargo, habitualmente se maneja entre nosotros la ficción de que los insecticidas no dañan a los seres humanos y no se adoptan las necesarias prevenciones para evitar esos daños.
Se afirma, por ejemplo, que la mayor parte de los plaguicidas de uso en sanidad ambiental no implican serios peligros para la salud humana. Sin embargo, los plaguicidas suelen ser muy volátiles e intoxican también por inhalación. Esto hace que la frecuencia de daños a la salud humana sea elevada, y también requieren un mayor cuidado que con otras sustancias, cuyo nivel de toxicidad en las tablas parece semejante.Hoy personas sin ningún conocimiento de los riesgos toxicológicos de las sustancias que aplican se meten en nuestras casas y fumigan nuestra cocina, casi siempre con productos cancerígenos que están prohibidos en sus países de origen. Esas personas dejan residuos tóxicos en la vajilla que usamos todos los días, en las latas de alimentos del supermercado, en los depósitos de harina de la panadería del barrio, o en los juguetes exhibidos en los comercios a la espera de que los llevemos para nuestros hijos.
Todo esto configura un riesgo aún mayor del que se intenta prevenir con la fumigación.Es tiempo de pensar en retirar del mercado un plaguicida de alta toxicidad sobre los seres humanos y demás animales de sangre caliente, que no debe ser utilizado como insecticida para usos domiciliarios. Se trata del DDVP, conocido como Vapona, y cuyo nombre químico es 2,2-Diclorovinil dimetil fosfato [1].
Alguna vez fue publicitado con la consigna singularmente profética: “Shelltox con Vapona no perdona”. Dicho producto tiene un riesgo toxicológico elevado y es el responsable de la mayor parte de los accidentes que ocurren con plaguicidas en las áreas urbanas. Su toxicidad es mucho más elevada que la de los demás plaguicidas utilizados y se aproxima a la de aquellos de uso rural (es decir, que sólo se emplean a campo abierto).
Su empleo habitual es un buen ejemplo de la necesidad de que el Estado regule estrictamente el uso de sustancias tóxicas. En efecto, para la eliminación de las cucarachas, por ejemplo, basta con emplear plaguicidas de más baja toxicidad como son los piretroides (como la decametrina, por ejemplo). Sin embargo, el uso de piretroides afecta los hábitos de las cucarachas y éstas se desplazan a la luz y se hacen ver durante varias horas antes de morir por efectos del plaguicida. Desde el punto de vista comercial, un local en el cual el público puede ver los insectos que habitualmente están ocultos tendrá dificultades con su clientela. Lo más lógico y más seguro sería cerrar el local hasta que las cucarachas acabaran de morir y hasta que el plaguicida perdiera su efecto tóxico sobre los seres humanos.
En vez de esto, se agrega un plagicida más tóxico (el DDVP o Vapona), que asegura la muerte de los insectos en el momento de la fumigación. El comerciante mantiene su local abierto (no pierde uno o dos días de ventas), pero expone a su personal y a su clientela a los efectos de una sustancia tóxica que otros países han rechazado para estos usos.Tenemos que destacar que las normas y especificaciones técnicas de los Estados Unidos establecen que los sitios fumigados con este producto permanecen peligrosos para los seres humanos por lo menos durante 24 horas. De modo que utilizarlo para facilitar un empleo inmediato de las instalaciones es una grave irresponsabilidad y, eventualmente, un acto criminal [2].
En febrero de 1988, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) inició la revisión de las autorizaciones para el uso de este plaguicida, las que quedaron completadas en marzo de 1992. Este producto provoca riesgos de cáncer y posee márgenes de seguridad inadecuados en la inhibición de la colinesterasa. Los productos que lo contienen deben llevar el rótulo “Peligro – Veneno”.El DDVP o Vapona es un insecticida de la clase de los organofosforados. Esto significa que es de los de más alta toxicidad. Un insecticida de esta clase, el Parathion está prohibido en Argentina y en la mayor parte del mundo para cualquier uso. El DDVP o Vapona es altamente tóxico por inhalación, absorción dérmica y por ingestión. Como es un producto volátil, la inhalación es la ruta de exposición más frecuente.
Comparando con el envenenamiento producido por otros plaguicidas, la intoxicación con este producto provoca síntomas que aparecen con mayor rapidez, y asimismo, la recuperación de los afectados ocurre en menos tiempo. Esto se debe a que es rápidamente metabolizado y eliminado del cuerpo humano. Las personas con capacidad pulmonar reducida, antecedentes de convulsiones o reciente exposición a inhibidores de la colinesterasa tienen el mayor riesgo ante la exposición a esta sustancia.Es altamente tóxico por todas las rutas de exposición. Cuando se lo inhala, sus primeros efectos son habitualmente respiratorios y pueden incluir ahogos, tos, exceso de fluido en los bronquios, etc. El contacto con esta sustancia puede causar contracciones musculares involuntarias.
El contacto con los ojos causa contracción de las pupilas, visión borrosa, etc. A partir de la exposición por una vía cualquiera, pueden aparecer otros efectos sistémicos a los pocos minutos o a las 12 horas. Pueden incluir náuseas, vómitos, dolores abdominales, diarrea, visión borrosa, contracción o dilatación de las pupilas, salivación, confusión mental, etc. Una intoxicación severa afectará el sistema nervioso central, produciendo incoordinación, baja en los reflejos, fatiga, contracciones musculares involuntarias, temblores, y, eventualmente parálisis en las extremidades y en los músculos respiratorios. En casos graves puede ocurrir defecación involuntaria, psicosis, pérdida del conocimiento, convulsiones y coma. Puede causar la muerte por paro cardíaco o respiratorio.
Estos síntomas pueden aparecer hasta 4 semanas después de una exposición aguda, por lo cual es difícil que los intoxicados asocien los síntomas con la contaminación que los provoca. La exposición prolongada causa los mismos efectos que una intoxicación aguda. Los trabajadores sometidos a una exposición repetida de esta sustancia tienen síntomas tales como pérdida de memoria y concentración, desorientación, depresiones severas, irritabilidad, confusión, pesadillas, sonambulismo e insomnio.Esta sustancia ha sido clasificada como carcinógeno por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) debido a los resultados de tests en ratas de laboratorio. Se notó en ejemplares de laboratorio un significativo incremento de casos de leucemia y también de tumores benignos en páncreas y glándulas mamarias. También afecta el sistema nervioso a través de la inhibición de la colinesterasa, una enzima requerida para el funcionamiento del mismo [3]. Con respecto a este producto, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lo ha prohibido, entre otros, para los siguientes usos, en una solicitud fechada el 28 de septiembre de 1995:
- Todos los usos en domicilios.
- Fumigación de plantas de tabaco.
- Jardines, campos hípicos, áreas comerciales, institucionales, industriales, aviones, camiones, barcos, vagones ferroviarios, etc.
- Embalajes de productos no perecederos [4].
En cuanto a la toxicidad de esta sustancia, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) ha estimado una dosis letal oral (DL 50) en roedores de 50 miligramos por kilo. Es decir, que basta la ingestión de 50 miligramos por cada kilo de peso del animal para matar la mitad de una población de roedores en 24 horas. O sea, la ingestión de 3.500 miligramos (es decir, apenas tres gramos y medio) es suficiente para matar a una persona de 70 kilos.
Para dar un término de comparación con otros productos también de uso habitual entre nosotros, la permetrina, se requieren 4.000 miligramos por kilo de peso para matar un roedor en laboratorio. Esto significa que se requiere la ingestión de 280.000 miligramos (es decir, 280 gramos) para matar a una persona de 70 kilos [5]. Un estudio de la Universidad de Texas destaca que algunos pesticidas usados hasta hace poco tiempo en los hogares son especialmente peligrosos para los niños, como el DDVP (Vapona). Explican que el DDVP sublima directamente de la fase sólida a la de vapor y que posteriormente recristaliza dejando depósitos tóxicos en pisos, paredes o muebles. “En 1988 –agregan- estudios de largo plazo mostraron que el DDVP causa daños en hígado y provoca tumores.
EPA suspendió todos sus usos domiciliarios en 1989, aunque todavía hay casas que lo usan”. Estos datos creemos que son suficientes para prohibir los usos domiciliarios de esta sustancia.Agregamos que la manipulación de sustancias tóxicas en viviendas habitadas significa un doble riesgo y que esta tarea sólo puede estar a cargo de personal calificado para ella. Sin embargo, lo habitual es que estas sustancias sean manejadas por personal de muy baja calificación, con los consiguientes riesgos de accidentes e intoxicaciones, tanto para dicho personal como para la gente que allí habita y confía en las empresas de fumigación.Es sugestivo que se ponga en riesgo la salud y la vida de tantas personas para lograr un objetivo tan pequeño como lo es el conseguir que las cucarachas elijan la oscuridad para morirse.
Notas:
[1] Comercializado en diversos países bajo los nombres: Apavap, Benfos, Cekusan, Cypona, Derriban, Derribante Devikol, Diclorvos, Didivane, Doom, Duo-Kill, Duravos, Elastrel, Fly-Die, Fly-Fighter, Herkol, Marvex, Nogos, No-Pest, Nuvan, Prentox, Vaponite, Vapona, Verdican, Verdipor, Verdisol, etc.
[2] Prof. Bastiaan M. Drees: "Insecto, ácaro y productos relacionados con la supresión del parásito", Servicio de Extensión Agrícola de Texas: El Sistema Universitario de Texas, Sept. de 1997.
[3] A Pesticide Information Project of Cooperative Extension Offices of Cornell University, Michigan State University, Oregon State University
[4] Program Resources Branch, Field Operations Division (7506C), Office of Pesticide Programs, Environmental Protection Agency, 401 M St., SW., Washington, DC 20460.
[5] “Insecticides and Toxicities”. EPA, USA, 1998.
Por: Antonio Elio Brailovsky Fuente: http://noticias.iruya.com
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viernes, 9 de noviembre de 2007
Seguridad en la Construcción - Seguridad en el uso de Andamios y Escaleras
Seguridad en la Construcción- Seguridad en el uso de Andamios y Escaleras
Las caídas de alturas representan una gran cantidad de accidentes graves ocurridos en la industria de la construcción, especialmente durante el uso de andamios y escaleras. En esta entrega y en la próxima se detallan recomendaciones generales a tener en cuenta durante el uso de estos equipos.
ANDAMIOS
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ESCALERAS
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Fuente: http://www.estrucplan.com.ar/
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viernes, 26 de octubre de 2007
Emergencias - Parte 02 - Brigada de Emergencias
Jefe de Emergencia (máximo responsable del centro de trabajo)
El Jefe de Emergencia será la persona de mayor responsabilidad en la empresa. Es importante que sea una persona habitual en el edificio y que disponga de un sustituto. El Plan de Actuación debe establecer una norma de "asunción del mando" durante la emergencia, en la que se contemple la ausencia de los sucesivos responsables. Las funciones del Jefe de Emergencia son:
- Ostentar en las emergencias la máxima responsabilidad de la empresa y decidir las acciones a tomar, incluso la evacuación si fuera necesario, según la secuencia de acciones prevista en el Plan de Actuación y con el asesoramiento del Jefe de Intervención.
- Velar por mantenimiento de las instalaciones y sistemas de protección existentes en el edificio, y que los medios humanos integrantes del equipo de emergencia estén debidamente adiestrados.
- Concertar los servicios de ayuda externa y coordinación con sus responsables.
- A la llegada de los Servicios Públicos de Extinción o Policía les informará de la situación, prestándoles su colaboración y les transmitirá la máxima responsabilidad.
Jefe de Ataque o Intervención (acude al lugar del siniestro y dirige la actuación)
El Jefe de Intervención es el asesor del Jefe de Emergencia durante las operaciones de control del siniestro, puede llegar a tener que sustituir al Jefe de Emergencia por lo que debe aproximarse al perfil del máximo cargo. Las funciones del Jefe de Intervención son:
- Gestionar con el Jefe de Emergencia las necesidades de personal y material a su cargo, supliendo vacantes en el equipo de emergencia.
- Velar por el correcto mantenimiento de la zona asignada en colaboración con el Jefe de Intervención.
- Coordinar durante la emergencia las acciones del equipo de emergencia a su cargo en función de las ordenes del Jefe de Emergencia.
Equipo de Primera Intervención o Ataque (controlan el siniestro en una primera etapa). El Equipo de Primera Intervención depende del Jefe de Zona y sus funciones son las siguientes:
- Conocer los riesgos específicos y la dotación de medios de actuación de la zona asignadaIndicar al Jefe de Zona las anomalías observadas en los sistemas de protección de su zonaEstar alerta ante la presencia de humos, olor a quemado, calentamiento anormal de las instalaciones, etc..
- Actuar sin demora eliminando las causas que suponen riesgos, en caso de incendio combatirán fuegos incipientes limitando su actuación al uso de extintores manuales.En caso de evacuación, despejar las vías de evacuación y sus accesos.
Equipo de Segunda Intervención o Ataque (atacan el siniestro en un estado avanzado)
Las empresas que requieran de la organización de un Equipo de Segunda Intervención establecerán al menos un equipo por cada turno de trabajo, en dependencia directa del Jefe de Intervención y sus funciones son las siguientes:
- Conocer los riesgos específicos y la dotación de medios de actuación incluidos los especiales que se encuentran instalados en el edificio.
- Actuar cuando la emergencia no ha podido ser controlada por el Equipo de Primera Intervención y apoyar, cuando sea necesario, a los servicios de ayuda exterior.
Este equipo únicamente se organizará cuando la magnitud y severidad de los riesgos presentes en la empresa, requiera, en situación de emergencia, de la actuación inmediata de un equipo de extinción de incendios profesional.
Equipo de Evacuación o Salvamento (revisa la zona a evacuar)
El Equipo de Salvamento depende del Jefe de Zona y sus funciones son las siguientes:
- Conocer los riesgos específicos y la dotación de medios de actuación de la zona asignada.
- Indicar al Jefe de Zona las anomalías observadas en los sistemas de protección de su zona.
- Estar alerta ante la presencia de humos, olor a quemado, calentamiento anormal de las instalaciones, etc..
- Ordenar la evacuación por las vías establecidas y revisar la zona asignada, asegurando la evacuación total e informar al Jefe de Zona.
Equipo de Primeros Auxilios (administra una mínima atención sanitaria)
El Equipo de Primeros Auxilios estará formado por personal con conocimientos de primeros auxilios y socorrismo y dependerá directamente del Jefe de Emergencia. Sus funciones son las siguientes:
- Conocer los riesgos específicos que se deriven de cualquier emergencia que se pueda producir en el edificio.
- Estar familiarizados con las vías de evacuación y sectores de incendio del edificio.
- Controlar el traslado de heridos y prestar los primeros auxilios.
- Anotar los datos personales de los lesionados que sean trasladados a centros sanitarios
Equipo de Instalaciones o Mantenimiento (desconecta las instalaciones generales del edificio)
Dependerán directamente del Jefe de Intervención y se encargarán del control de las instalaciones generales del edificio, cierre de válvulas y cualquier medida complementaria para el adecuado control de la emergencia.
Equipo de Vías Exteriores o Vigilancia (orienta a los evacuantes en el exterior y tiene contacto con las organismos de emergencias)
En el caso de edificios de gran ocupación o situados en zonas urbanas se encargarán de orientar a los evacuantes hasta el punto de reunión exterior, impedir el acceso al edificio a toda persona ajena a la emergencia, despejar las vías de acceso de los vehículos de servicios de ayuda exterior, recibir a las ayudas exteriores y cuantas acciones sean necesarias para el control de la evacuación en el exterior.
A continuación mostramos un organigrama con los roles antes establecidos:
Criterios de selección del personal para la Brigada de Emergencia
Después de decidir la estructura de este equipo se debe seleccionar a las personas más adecuadas para desempeñar cada una de las funciones. Los integrantes, a ser posible voluntarios, deben reunir una serie de características:
CONDICIONES | Libre de impedimentos físicos. |
CONDICIONES | Estabilidad emocional. |
OTROS | Conocimiento del edificio. |
Un problema muy serio es establecer diferentes equipos de emergencia en función de los turnos, días festivos y la rotación del personal debida a traslados, en esta tarea se debe contar con la ayuda de los servicios de vigilancia y procurar asignar responsabilidades específicas a puestos y no a personas. En estos casos es necesaria una buena planificación y realizar revisiones periódicas de los nombramientos de equipos de emergencia con objeto de restablecer las bajas.
Muchas de las grandes empresas proporcionan a los miembros del equipo de emergencia elementos de identificación como brazaletes, dorsales, prendas fluorescentes, etc. Esto no siempre es adecuado, a no ser que se disponga de lugares apropiados en los que se almacenen estos elementos hasta su uso. El problema de su utilización es que los ocupantes de empresas de plantilla estable se acaban acostumbrando a esa identificación y si por cualquier circunstancia el equipo de emergencia no se identifica, se puede generar sensación de descontrol.
Publicado por jorge martinez en 12:41
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Emergencias - Parte 01 - Aspectos Generales
Es necesario que todos los puntos que se han explicado en la 1º parte se vuelquen con precisión, en lo que se llama el Plan General de Emergencias. La estructura general de un plan de emergencias es el siguiente:
- Objetivos y política de prevención de la empresa.
- Responsabilidades.
- Operativa general de evacuación del edificio y planes de evacuación específicos en caso de ser necesario.
- Brigada de emergencia: Funciones.
- Listado de equipos de emergencia.
- Teléfonos de emergencia.
- Planos del edificio con recorridos y puntos de reunión.
- Esquema de situación con respecto al entorno y puntos de reunión en el exterior de edificio.
- Normas generales de comportamiento dirigida a todos los participantes.
- Procedimiento de evaluación de los resultados de la respuesta al siniestro.
- Programa de implementación de Simulacros de emergencia.
- Programa de formación y adiestramiento de la brigada de emergencia.
- Norma generales de intervención de emergencias con productos o sustancias químicas: fugas, derrames, etc.
- Lineamientos generales para la práctica de primeros auxilios.
Comienza cuando se activa el medio de comunicación de la emergencia que disponga el edificio, que puede ser megafonía, alarma de incendios, interfonos, teléfonos de emergencia, etc.
Ante la duda sobre un posible control del incendio por medio de recursos propios, es conveniente avisar a los bomberos, ya que, aunque puede ocurrir que a la llegada de los mismos el fuego se haya extinguido, si no se consigue su extinción se evitará que evolucione hasta proporciones catastróficas. El Plan de Acción contra Incendio se desarrolla a través de la organización de la Brigada de Incendios, estableciendo roles, responsabilidades, etc.
Cuando existen dudas sobre si el incendio puede afectar a las vías de evacuación o se prevea que la situación puede generar estados de tensión o pánico entre los ocupantes, debe activarse rápidamente el Plan de Evacuación, utilizando la secuencia que evite los recorridos en las zonas que puedan verse afectadas. Es preferible evacuar que generar incertidumbre demorando decisiones.
El Plan de Evacuación se activa tras el Plan de Extinción por tanto, el equipo de emergencia de las zonas no afectadas deberá estar situado en sus puntos de reunión interior en espera de las ordenes del Jefe de Zona.
La activación del Plan de Evacuación se lleva a cabo, cuando a partir, de la orden de evacuar dada por el Jefe de Emergencia, el Jefe de Evacuación lo comunican a su equipo.
Los componentes del Equipo de Evacuación iniciarán la evacuación realizando los recorridos y dirigiendo al personal hacía la vía de evacuación adecuada, si bien con anterioridad y durante un conato de emergencia se ha podido evacuar alguna zona siniestrada, con objeto de facilitar las labores de extinción.
La cuestión clave de una emergencia, es si hay que trasladar a los ocupantes, donde, cuando y como hacerlo. Estas tres interrogaciones constituyen el Plan de Evacuación que en general es válido para cualquier situación de emergencia.
En caso de incendio se debe evacuar cualquier zona afectada por el calor, las llamas o el humo; incluso se recomienda evacuar el edificio completamente si se tienen dudas y en caso de amenaza de bomba siempre se evacuará la totalidad del edificio.
Si el edificio cuenta con más de una planta sobre o bajo rasante, el desalojo de los diferentes niveles se realizará de modo coordinado, de forma que el acceso a las plantas ya evacuadas no quede sin vigilancia mientras continua el flujo de evacuantes por la escalera. Esta estrategia deberá seguirse en todas las escaleras utilizadas durante la evacuación.
Se bloquearán los ascensores y montacargas asegurándose previamente que no queda nadie en su interior. El objetivo de bloquear esta instalación es evitar su uso descontrolado.
En general el equipo de emergencia, excepto en el caso de las grandes empresas con un alto riesgo de incendio, estará constituido con trabajadores "voluntarios" que desarrollan una actividad laboral normal y están preparados gracias a la formación y entrenamiento recibidos con este fin.
Por lo anteriormente expuesto al establecer y formar a una brigada privada de emergencias hay que tomar diversas decisiones. Primero hay que tener en cuenta los factores de motivación:
- ¿Es la planta vulnerable al fuego?
- ¿Qué posibilidades hay de daños a materiales y de interrupción de la actividad?
- ¿La existencia de una brigada de bomberos reducirá la vulnerabilidad de la planta?
- ¿Existe un servicio público de bomberos y es eficaz?
- ¿Cómo afectaría la instalación de sistemas fijos de protección automática contra incendios, frente a los sistemas manuales, a las primas de seguros?
Además hay que hacer un análisis costo- beneficio de la brigada:
- ¿Cuánto puede costar la brigada contra incendios?
- ¿Cuánto tiempo de entrenamiento necesitarán los empleados?
- ¿Quién va a dirigir el entrenamiento y dónde se va a hacer?
- ¿Cómo se va entrenar al personal de los diversos turnos?
- ¿La lucha contra incendio por parte de personal entrenado va a resultar más segura?
- ¿Se reducirán las pérdidas materiales gracias a la pronta actuación de una brigada bien entrenada?
En el siguiente dibujo mostramos los factores antes mencionados que se deben tener en cuenta para la formación de una brigada:
Los niveles de actuación de una brigada contra incendio son las siguientes:
Opción 1: que ningún empleado participe en la extinción del fuego. Esto supones que una vez avisado los bomberos, todos los empelados evacuen la planta.
Opciones 2 a 4: Están relacionados con fuegos incipientes. Un fuego incipiente es el que está en su etapa inicial y se puede controlar mediante extintores portátiles o pequeñas mangueras, sin necesidad de llevar ropa protectora ni equipos de protección respiratoria.
La Opción 2 es que todos los empleados reciban entrenamiento, al menos una vez al año, sobre cómo utilizar los extintores para la lucha contra fuegos incipientes.
La Opción 3 es que haya empleados designados para luchar contra los fuegos incipientes, con el mismo nivel de entrenamiento que el de la Opción 2. Sin embargo, el entrenamiento no es general, sino sólo de los empleados que deben responder en caso de incendio.
La Opción 4 es que haya una brigada contra incendios organizada para luchar contra los fuegos incipientes. A este nivel, la dirección de planta dispone de normas escritas sobre la organización de la brigada. En las normas se establece su estructura de mando, métodos, entrenamiento y equipos necesarios para realizar sus tareas frente a fuegos incipientes.
La Opción 5 es que la brigada contra incendio puede luchar contra cualquier incendio en le edificio. Entonces tendrá una organización más sofisticada que la Opción 4, con más obligaciones. Por ejemplo: prueba física de los miembros, uso de ropa protectora, equipos especiales de protección de respiración autónomo, entrenamiento trimestral en condiciones reales y mayor nivel de formación y entregamiento general.
Publicado por jorge martinez en 12:24
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